Me gusta la utopía, aunque no he descubierto bien que
significa.
Me gusta no saber a dónde voy.
Me gusta la mente de los poetas, porque saben vivir la
vida cada cara y en vez de gritar sus experiencias las escriben, gritando mucho
mejor.
Me gusta viajar y conocer muchos ojos.
Me gustan los besos dulces.
No me gustan las soledades impuestas.
No me gustan las personas que no saben demostrar su amor.
Me gusta el pasado de Roma y Grecia.
Me gusta París sin haberla visitado nunca en esta vida.
No me gusta América del norte, pero sí me gusta mucho américa
del Sur.
Me gusta el color verde fusionado con el dorado.
Me gusta volar y conocer el atlas del cielo.
Me gusta la magia.
No me gustan las personas que le temen a la muerte.
No me gustan las religiones que se basan en el miedo para
conquistar multitudes.
No me gustan los centros comerciales, ni los lugares a
donde va mucha gente.
No me gusta ir al Cine, pero me encanta ver películas que
te leen exclusivamente a ti.
Me gusta Tiziano Ferro
Me gusta la luna y la misticidad con la que me habla
todas las noches.
Me gusta lo natural, lo espontáneo y todas esas cosas que
no se pueden medir, porque ellas representan lo infinito.
No me gusta obsesionarme con la idea de libertad.
Me gusta recibir regaños por romper tazas, y más si son
nuevas.
Me gusta coleccionar cosas y luego botarlas.
Me gustan las habitaciones vacías con mucha la luz.
No me gustan las arañas.
No me gustan las personas que tienen muchos amigos, me
dan desconfianza.
No me gusta el rechinar de los dientes cuando una persona
duerme.
No me gusta la cesta de ropa sucia.
No me gusta el arte sin sentimiento.
Me gusta mi madre.
Me gustan los gatos y el frío.
Me gusta rayar los libros.
Me gusta estar loco.