lunes, 24 de diciembre de 2012

Las flores




Las flores

A la vela azul.


Recuerdo preguntaste dulcemente sí me gustaban las flores, en ese momento preferí callar por temor a presentarme demasiado débil o femenino delante de ti.  Suelo ser muy efusivo al pensar que no puedo gritar que me gustan las flores, porque realmente me gustan. Las adoro porque hacen ignorancia total de la vida del hombre, se basan sólo en ser ellas: flores.
Cópulas del ser más divino; arropadas con su manto hermosísimo a la tierra, abrigándose del frío Adriano. Me gustan las flores del jardín, pero aún más las campestres. Las que nadie observa porque no se venden en el pueblo, ah sí… como solía llamarles mi madre “flores de campo”
Honestamente no consigo belleza más próxima a la del mar que una flor de campo…. ¿Soy yo Antinoo esa flor de campo que se despierta únicamente de noche para brindarte el perfume de la vida? ¿Es acaso mi alma el aroma de la noche?
O ¿Es acaso tu olfato, causa cruel de la odisea de tus hombres?

martes, 6 de noviembre de 2012

Un diente flojo bajo la almohada.

In loco, ad praeteritum tempus... 
subridentes.

Tengo el apetito de lugares fríos.
Deseo naufragar mi pluma en un Adriano a baja temperatura.
Anhelo tenderme en la bruñida e intempestiva imagen de la represa al fin rota.
Ambiciono mi cuerpo desnudo sobre el glacial.
Trozo a trozo.
Cayendo…
tendiéndose ante mí.
Y apreciar entonces el verdadero calor de un cuerpo.
¡Necesito bullicio!
Gritos confinados en neveras de 400 metros.
Mi afán es por fin encontrar en una boca el beso fénix.
            Digamos que en la tuya se encuentre Adriano.
¿Estás dispuesto a Arder mientras las paredes se agrietan in hibernum?
Dime…
¿Estás dispuesto?
Más allá de la turbulencia vestida en una habitación de hotel…
¿estás dispuesto?
Te presentaré el verdadero caos.
Seré un buen anfitrión de la fiesta.
Lo prometo.
Sólo tu, sólo yo.
Nuestros recuerdos, nuestros fantasmas,
todos juntos.
¡Nada!
¡Nada!
¡Nada!
No te ahogues… ¡Nada!
Permite que el eco de las voces se pierdan en el aire.
Nada Adriano,
¡Nada!
La neblina en nuestras bocas…. El polvo de ellos.
Concede la bienvenida al ave de mi vida…
Digo, el ave de mi fuente
            Mi bóveda.
Sus alas me impiden el vuelo mientras sueño,
Porque sólo ella sabe que no hay vuelo más alto que el de mis sueños.
Vivo por mi Ave Adriano…
Ella entiende la alienación del laberinto..
Mi mente.
La comprende.
Aborrezco la quietud.
Estar a solas con mis voces…
Detesto la serenidad de mis voces.
Los silencios….  Ya no sé que es el silencio.
Sólo sé de ríos… y rosas
De camas y llaves
De puertas y corales
De gatos y lunas
De luces quema cortezas que me dejan al desnudo….
¡No quiero eso!
No mas…

Tengo el apetito de lugares fríos
Deseo que el ave vuele en nuestras bocas.
Anhelo la paranoia en una habitación de hotel.
Ambiciono la fiesta.
            Diente a diente.
Sonríe Adriano… el río se desborda en nuestra almohada. 

domingo, 14 de octubre de 2012

El verbo ser.



Al  Emperador un 30 de Octubre del 130


Tal vez baste con un te quiero pero nace en mí decir que…
Adoro vuestra forma de mirar, digo… Vuestra forma de mirarme, de mirarme a mí
Con esos ojos preciosos con los que los dioses le bendijeron al nacer.
Soy rojo efervescente.
Soy rojo cadmio.
Soy rojo cereza.
Decidme qué rojo quiere y lo seré, se lo juro, lo seré.
Soy las rosas nacidas en el laberinto, las rosas nunca vistas, mi soledad son las espinas de las rosas, las que nunca –ah que bueno- han de matar a algún poeta, soy –eso- a lo que el hombre teme, soy la bestia, el monstruo del laberinto, soy el laberinto mismo, soy todo aquello que se anhela algún día en estación del año y ya no se recuerda, soy deseo cumplido de genio, soy palabra consumida, devorada, defecada.

Soy, somos, sois.

Sois la Ariadna reencarnada, sois hilo dorado, has llegado a mí con único fin, sois espera en la costa, sois crepúsculo, rodáis los aviones del alma que se estancan en los arboles de mi pecho.
Sois libertad, soñada mía.
Sois acreedor de besos que paralizan el tiempo, sois inefable, terriblemente inefable, vuestro cuerpo es éxtasis.
El bien conocido Awen.
Sois alegoría de belleza efímera
Vuestra alma es el abecé de lo místico.
Sois corriente dulce de fuego.

Sois, soy, somos.

Somos todo aquello que no se nombra.
Somos caballo blanco, a veces de metal.
Somos la palabra magia.
Somos la misma edad de la luna.
Somos blanco y somos negro.
Somos el árbol del mundo.
Somos el tiempo que se paraliza con nuestros besos.
Somos cartas de amor enviadas al azar.
Somos Humanos.
Somos Lobos.
Somos Metamorfos.
Somos Vampiros.
Somos Musas.
Somos Hadas.
Somos Príncipes y Reyes
Somos Princesas y Reinas
Somos lo mundano
Somos la mitología en esencia
Somos claroscuro
Somos luz
Somos,
Hasta que las estrellas caigan de los cielos y aún en la eternidad

Somos, sois, soy
Soy, somos, sois
Sois, soy, somos
¡Sssssshhhhh!

Tal vez bastaba con un te quiero.

Pandémica y Celeste - Jaime Gil de Biedma



A Tristán Tristón 

"Una noche y un día bastó para que me mostraras
el origen de todos los poemas"




                                                quam magnus numerus Libyssae arenae
                                                        ................................................................
                                                              aut quam sidera multa, cum tacet nox,
                                                                         furtiuos hominum uident amores.


                                                                                                                      Catulo, VII

Imagínate ahora que tú y yo
muy tarde ya en la noche
hablemos hombre a hombre, finalmente.
Imagínatelo,
en una de esas noches memorables
de rara comunión, con la botella
medio vacía, los ceniceros sucios,
y después de agotado el tema de la vida.
Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón infiel,
desnudo de cintura para abajo,
hipócrita lector -mon semblable,-mon frère!

Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
quien me tira del cuerpo a otros cuerpos
a ser posiblemente jóvenes:
yo persigo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.
¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
si jamás he podido entrar en unos brazos
sin sentir -aunque sea nada más que un momento-
igual deslumbramiento que a los veinte años !

Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.

Y por eso me alegro de haberme revolcado
sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
mientras buscaba ese tendón del hombro.
Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones...
Aquella carretera de montaña
y los bien empleados abrazos furtivos
y el instante indefenso, de pie, tras el frenazo,
pegados a la tapia, cegados por las luces.
O aquel atardecer cerca del río
desnudos y riéndonos, de yedra coronados.
O aquel portal en Roma -en vía del Balbuino.
Y recuerdos de caras y ciudades
apenas conocidas, de cuerpos entrevistos,
de escaleras sin luz, de camarotes,
de bares, de pasajes desiertos, de prostíbulos,
y de infinitas casetas de baños,
de fosos de un castillo.
Recuerdos de vosotras, sobre todo,
oh noches en hoteles de una noche,
definitivas noches en pensiones sórdidas,
en cuartos recién fríos,
noches que devolvéis a vuestros huéspedes
un olvidado sabor a sí mismos!
La historia en cuerpo y alma, como una imagen rota,
de la langueur goûtée à ce mal d'être deux.
Sin despreciar
-alegres como fiesta entre semana-
las experiencias de promiscuidad.

Aunque sepa que nada me valdrían
trabajos de amor disperso
si no existiese el verdadero amor.
Mi amor,
              íntegra imagen de mi vida,
sol de las noches mismas que le robo.

Su juventud, la mía,
-música de mi fondo-
sonríe aún en la imprecisa gracia
de cada cuerpo joven,
en cada encuentro anónimo,
iluminándolo. Dándole un alma.
Y no hay muslos hermosos
que no me hagan pensar en sus hermosos muslos
cuando nos conocimos, antes de ir a la cama.

Ni pasión de una noche de dormida
que pueda compararla
con la pasión que da el conocimiento,
los años de experiencia
de nuestro amor.
                          Porque en amor también
es importante el tiempo,
y dulce, de algún modo,
verificar con mano melancólica
su perceptible paso por un cuerpo
-mientras que basta un gesto familiar
en los labios,
o la ligera palpitación de un miembro,
para hacerme sentir la maravilla
de aquella gracia antigua,
fugaz como un reflejo.

Sobre su piel borrosa,
cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
Para pedir la fuerza de poder vivir
sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
mientras seguimos juntos
hasta morir en paz, los dos,
como dicen que mueren los que han amado mucho.





viernes, 12 de octubre de 2012

El caos.


A Charles  Pas-Sage.


El caos es un niño bien de casa,
Educado en casa con padres excelentes
 – Aunque siempre se olvidan sus nombres-
El caos va creciendo, germinando como semillas de girasoles
Hasta alcanzar la belleza óptima,
El caos es energía de protesta
Es efervescencia de vuestros dioses
Es llamado atendido, por eso es niño bien de casa
Es el poder de vuestras mentes
                Sí queréis fuego, caminaréis en fuego
                Basta huir de sí mismos para arder,
                Arder junto aquellos un 25.
La muerte es nacimiento
La muerte es esencia y el miedo a ella es sólo ausencia
Una terrible ausencia del amor.
El caos es hilo de laberinto
Es ángel intergaláctico
Es Jaula golondrina
Es bocaza de Marte
Es Lienzo
El caos es lo vespertino de la no vida
                La explosión de vuestras almas en tiempo estático
Ah, ahora os descubrís humanos
Ahora veis que son hermanos
¡Qué buen niño de casa es el caos!
Es la semblanza a lo desconocido
-no se aprecia ni se reprocha-
Sólo está allí… cambiando, moviendo todo de sitio
Como debe ser,
como debería ser,
 como siempre deberá ser
Ah, ahora os descubrís humanos
Os descubrís semidioses en medio de la catástrofe
Vuestra humanidad es pestilencia
Os vestís de ella
La lleváis, se les nota por encima de los hombros
Entenderéis amigos míos,
Entenderéis que el caos es un niño bien de casa
No os culpéis a él, sólo vino porque fue llamado
Por vosotros
                Por mí.

El no caos, es descubrirse a sí mismos
Es reconocer que el miedo es ilusión
-Y nada más-
Es sentir los ríos por vuestros rostros
Y saber que todo estará bien
Porque hay quienes –como yo- prefieren nadar en los mares absolutos del ser
Allí está, ser, ser… Que siempre sea ser y olvidados del no, olviden de una vez el no.
El caos es niño creciendo
El caos es adulto
Hoy es adulto.

sábado, 6 de octubre de 2012

Los volcanes que nunca explotan.




On a tous un volcan que jamais va exploser, à peinde, dans mon planète on peux marcher.... c'est pour ça je prefère le vol et la rose, ah... ma belle rose je ramène avec moi. découvre son habitat ue ça etait pas son planète, ça etait moi même.


La piel, esta que habito es curadora de hombres.
Conozco las tácticas para la seducción;  es la mejor revolución que existe.
-Seducir-
                Ahora, seducirte a vos es mi destino.
Se hace andando, y paso a paso voy a escribirme en su piel.
Si, si, si… ya sé que sos un corazón coraza.
                ¿Pero acaso vos no lo ves? 
¡Corazón al fin!
                Corazón soñado, Adriano.

¿Ves los ojos? Estos, los míos.
Están centrados en vos,
En saber como sos aunque no estés.
Sos la invención perfecta para el más cuerdo.
Adriano, mi noche robada,  aquí en lo actual… como siempre.
                Donde se ven las historias de los hombres
                               En las que podré jugar suave, errante y huésped; como antes.

Hay tanta gravedad en nuestros planetas,
Que las máquinas del tiempo caen de los cielos
Y caen duro, caen sobre mí, caen sobre vos.
Se usan principalmente para cazar fantasmas.
Si, si, si… Ya lo sé. Las usé en su debido tiempo para ello
-ah, mi errante corazón-
Más hoy, prefiero cazarte a vos.

¿Lo entiendes?
Por encima de la razón.
¿Lo entiendes, corazón coraza?

He sido bestia, domada e indomable
Amada, egoísta, déspota, vencedora y vencida.
He conocido los secretos del hombre
                Y los he callado.

Mi alma ha sido devorada, y he devorado muchísimas
He entregado el pecho un abecé de veces.
Y aquí está nuevamente queriéndose entregar, a vos, corazón coraza.

Acéptalo, o no.
Pero sé mi bienaventurado Adriano;
A fin de cuentas mi boca granada seguirá buscando la tuya, alienígena.  
Distante, única dentro de las únicas.
-Como aquella, la de Roma –
El viejito dentro del cuerpo de un jovencito que te sedujo.
-he aquí donde la dualidad se hace presente-
Ante vos, mi Adriano, mi actual.
                ¿Laberinto?
                               ¿Qué laberinto, soñado mío?

miércoles, 3 de octubre de 2012

La metamorfosis de Asterión.



El tiempo se ha escurrido de mis manos.
No recuerdo la última vez que cedí ante mis deseos de locura.
Bueno, miento.
Tiendo a exagerar en cuanto al romance en esta vida designada,
                Esta vida cárcel que nunca merecí
Y pese a ello aquí me encuentro.

Tengo la espantosa cualidad de atribuirle más adjetivos a las cosas,
                Al arte,
A la vida
                A las rosas.

Recreo imágenes de los hombres y los amo por ello.
¡Qué sería de mi vida –esta, la cárcel-
Sin la búsqueda malograda del irracional espejismo!

Ah, cuanto amor siente el Dios por su creación.
Crear, mi juego favorito…
                Crear me libera, no tanto, pero me libra un poco de esta vida.
Aunque muero en cada creación.
Soy un Dios, debo de morir para que a otros adoren.

Vivir y morir.
                Ah, cuanto se adoran los ciclos.
Amar lo que se tiene y lo que no,
-Eso-
Precisamente eso, lo que no se tiene.
Oh, bienaventurado sea el hombre que nunca será mío.

Se ve turbia la esperanza en medio del laberinto.
Esta espera por mi redentor es terrible, hermosa pero terrible.
Las doncellas están cansadas de tanto vals; y mis hombres,
Oh… mis desafortunados, ya le huyen a mi boca.
Al recuerdo de mi boca.


¿Soy acaso un recuerdo?
¿Una paradoja en un tiempo previsto dibujado por otro?
¿Por quién?
                                                                              ¿Dónde estás Adriano?
¿Dónde?

viernes, 14 de septiembre de 2012

Jaulas-Golondrinas




En algunos pedazos de los años existen momentos en que la vida se torna serena y uno olvida completamente el futuro, uno comienza a leer a sus poetas favoritos, incluso a veces uno se atreve a escribir sus propios versos. 
Uno abre las jaulas-golondrinas para que los grises animalitos emprendan vuelo sin saber bien a dónde van.
Mientras que las manos se vuelven locas al palpar amores que se pescan entre bocas alienígenas.
Bocas como piedras de río esperando su cauce
Bocas lunáticas
Bocas cuerdas
Bocas cercanas
Bocas lejanas
Bocas que guardan secretos
Bocas que hablan
Bocas sin aliento
Bocas poemas
Bocas vientos
Bocas de verano
-las mejores-
Bocas dulces
Bocas saladas
Bocas que lloran mientras duermen
Bocas que lloran aún mas despiertas
Bocas como las suyas que vuelven loco a uno
Y lo despiertan mientras uno duerme
Con una locura agridulce de Junio
Sumada a los vientos lanza-poemas que dejan sin aliento
Y hablan los secretos a lo lejos
Mientras la cordura rodea la luna
Y fluye como nebulosa,
Dándole pan a los animalitos grises
Y encerrándolo poco a poco y verso a verso
                                                                       En
                                                                                  Las
                                                                                              Jaulas-golondrinas.


La Imagen es una obra del artista visual Miguel Rojas titulada "El vuelo de las golondrinas blancas".

sábado, 16 de junio de 2012

La mejor arma.


[Indagando la prosa poética una mañana de Junio]

Cuando a uno le gusta un chiquillo hace todo por conquistarle, no se limita a decir verdades o mentiras, no se limita a los límites, los interpola, los extiende, los vuelve infinito. Uno no tiene culpa de que los chiquillos como él sean bellos y produzcan solo hecatombes. Uno como buen caballero les hace sentir que son únicos, pero basta de palabrería, ¿realmente aún creen esa mierda?... Deberían despertar de ese sueño inefable y darse cuenta de que no, no son únicos. Que hay muchos chiquillos esperándolo a uno y la catástrofe verdadera surge cuando los demás chiquillos vienen, entonces uno está atado a las estrellas y a los besos no dados, uno se amarra a una cintura que nunca ha tocado porque la mente y el alma es terrible, terriblemente masoquista. 
Y se tiene la posibilidad de estar con cualquiera de ellos porque uno es la bestia, porque uno es la virgen, porque uno es el dios creador de la bestia, porque uno mismo es el laberinto, un laberinto indescifrable, malogrado, imperecedero, un laberinto hermoso que lo vuelve a uno eterno.

Eterno en un sueño utópico de que algún día se podrá encontrar a alguien con la imagen de ti. Pero hoy lo tengo a él, y a unos chiquillos más, y esto surge por una pregunta que me hizo, que me derrumbo, pues uno no se prepara para preguntas así, no se tiene el escudo porque uno no encuentra príncipes que nos encierren en cópulas de cristal y en momentos como ese uno se limita, se limita a ser sincero y las caretas se caen y uno responde:

Sí, he dicho muchos poemas a muchos chiquillos, es verdad. Les conquisto porque se asombran fácilmente con la pluma, aunque no creas… Unos huyen, otros se quedan, unos se vuelven melodramáticos como uno porque no quieren perderse a alguien que le escriba poemas mientras  duermen, alguien que les escriba un poema después de un buen polvo o de un buen beso, alguien que le escriba un poema antes de preparar la comida, o esperar la comida en cualquier puesto de perro-calientes, de esos baratos para poder irse después a la playa a agarrar un buen colirio o a lanzar cartas en botellas sin destinos, porque sí. Uno es loco. Porque siempre se busca a alguien capaz de hacer sentirnos únicos en un mundo tan poblado de chiquillos.
Pero honestamente, aquí entre tú y yo, ese poema sólo se lo había dado a uno… Porque es un poema hermoso, es un poema que no se puede ir diciendo en los oídos de cualquier chiquillo, porque es complejo, es como el sueño utópico que me mantiene atado a mi pluma porque es mi mejor arma, aunque no asesine.

A fin de cuentas, ¿qué mejor arma que aquella que desarme un alma sin herirle?


jueves, 14 de junio de 2012

Imagen de ti


Me dicen que querer significa aceptar a la persona tal y como es.
Entonces hoy al fin he descubierto que nunca he querido y tengo los cojones suficientes para admitirlo.
Porque sí, no lo niego, me gustas tú, y tú, y tú, y definitivamente tú.
Pero…
                - Ah…  Los hermosos peros-
Sí tu nariz fuese un poco más perfilada me gustarías más
Y sí fueses mas alto serías encantador
Y sí estuvieses  delgado no habría ojos para alguien más
Y si tu cabello fuese como agua en desierto lo bebería todo
Y sí tu pene fuese pequeño te daría culo
Y sí tus labios fuesen grandes me encantaría besarte todo el tiempo
Y sí tus ojos fuesen verde cielo me encabronaría contigo
Y sí tendrías barba serías el amor de mi vida
Y sí por muy encima de todo eso fueses dulce como melón de seguro mi corazón sería tuyo
Y sí te gustaría leer poemas y escuchar poemas provenientes de mi boca inventaría un mundo solo para nosotros
Y sí por muy encima de todo eso tendrías la sensibilidad por el arte, realmente, realmente te darías cuenta que soy para ti
                Pero no estás.
                               Eres utópico.
                                               Eres efímero.
                                                               Eres casi imposible.
Porque entonces demostrarías que todos los filósofos se equivocan y que sí, los dioses realmente existen por tal creación
Y sería divino, sería divino comernos todo, devorarnos todo, porque para eso nacimos.
Porque para eso andamos
Porque para eso existen los benditos peros
Pero…
                -Y sí, vuelvo con los hermosos peros-
No te me escondas tanto que no quiero pensar que Cortázar también se equivoca
Demostrémosle a él en su tumba que estamos para encontrarnos
Algún día de verano.
Algún día de otoño.
Algún día de invierno.
Algún día de primavera.
                Algún día…

Y así mandar a la mierda a los mismísimos dioses, pero sobre todo a esos pendejos que me dijeron que querer significaba aceptar a la persona tal y como es.
Porque solamente te aceptaría a ti.
                Y te querría
                               Y te adoraría
                                               Y te amaría
                                                               Únicamente a ti.

viernes, 8 de junio de 2012

10 años de bariquía.


Habitación fantasma.




Pido disculpas a todos aquellos que intentaron amarme y no fueron correspondidos.
Mi alma es de hojalata, no puedo decir más.
Soy un poeta maldito
                Y no tengo ningún problema con serlo.
Al contrario, siempre necesitaré de la distancia.
                Del silencio.
De estar hundido aunque sea un día en una depresión absoluta  donde mi ausencia sea la única aliada del sonido del viento contra mi puerta.
O la misma ausencia del viento,
Acompañado por el delirio del aire acondicionado que convierte mis paredes en icebergs.
Junto a estos recuerdos oceánicos que siguen flotando por su propio peso.
Y ese espacio en la pared de un cuadro que no existe.
Y un aborto fantasma cubierto por brillo de seda.
[Con tonos claros para no volverme loco,           
                                                                              Más, más loco.
Y esa antología de aquel pendejo astronauta,
Oh, pobre astronauta.
Once poemas extraídos del mismo núcleo de Marte.
Sí, de ahí, de esa boca deseada.
                                               Esa puta boca con tanto por decir y que al final no dijo nada. 

lunes, 2 de abril de 2012

Vivir.




¿Por qué vivir en la luna, si es posible vivir en marte?
¿Cuál es la necesidad de oxígeno, cuando se puede vivir de alientos afrodisiacos?

¡Vivir!, esa es la única verdad hasta ahora.
No la luna, ni marte, ni los alientos afrodisiacos, vivir, girar constantemente en las montañas rusas de la vida.

Pobre de aquel que decida frenar aquellas montañas para quedarse situado en sólo una curva, o en sólo una recta, o en cualquier figura geométrica que esta posea.

Pobre de aquel como yo, que intente frenar de golpe, por miedo, sin pensar en la fuerza de gravedad o en algo tan básico como la velocidad a la que se desplace el vagón.
Pero bien, ¿qué vagón?
Sí en esta montaña rusa sólo hay rieles, y no hay ciclos. Por lo menos hasta ahora no he presenciado alguno, nada semejante, cada curva, cada recta, cada figura geométrica son diferentes, me llenan de excitación, el pensar en un solo punto de partida sin bien conocer el destino es lo que provoca mis gritos en los descensos.
Saber que rodearé a la luna con mis cabellos, y que abrazaré a marte nuevamente con mi boca y que finalmente probaré una y otra vez tu aliento afrodisiaco, es lo que evita bajarme de esta montaña rusa, es lo que evita hacer caso al miedo, a la nostalgia por los sube y baja, saber que te tengo y no te tengo me hace querer vivir, y esa es la única verdad hasta ahora.

¡Vivir!

viernes, 16 de marzo de 2012

Parto.




Vos callas, yo callo, y el mundo entero habla.
Cómo se supone que deba escuchar
Sí vuestro silencio ensordece mucho más que el timbre de un manicomio .

Los niños lloran, a lo lejos,
 Y yo escucho como si ellos gritaran mi nombre,
Y yo me hago el sordo; solo quiero escuchar vuestro silencio,
 Que me agobia, que lo adoro, que lo odio, típicas frases de Arjona.

Frases tan rebuscadas que nacen  por sí solas dentro de la mente,
Sin necesidad de cesárea alguna: el feto nace,
Cual ser con deseos de vida,
 Y aquí estoy yo,
 El especialista en medicina,
Con título de 11 años que me autoriza para robarle la vida al feto,
¿Pero, qué feto? Sí aquí no hay nada,
 ¿Al embrión?, ¿pero, qué embrión? Si aquí no hay nada.

Al semen, ¡eso! Al semen,
 Al semen impregnado en las sábanas,
 En la almohada,
En el cuerpo,
En la boca, esta que se calla,
Esta que enmudece sólo para dar paso a vuestro silencio,
Mientras los oídos sangran por tanto ruido,
 Tanto ruido que no viene de vuestra boca,
Y allí me sitúo yo, en Marte, en vuestra boca,
 Dándome duro con vuestra lengua que me golpea,
 Que me lastima, esta lengua que me dice que no hay feto,
 Ni embrión,
 Ni semen,
 Esta lengua que me dice que sólo es parte de mi locura, de mi inmadurez: 
el silencio, el timbre, los niños, los gritos...

 Aquí estoy yo, y solo yo;
 Y así será, mientras perdure vuestro silencio.

sábado, 3 de marzo de 2012

Lienzo






Mis amores de verano terminan por cualquier tipo de motivos, pero al fin y al cabo todos tienen algo en común: son estrellas fugaces, luces paradisiacas que vienen a desarmar mis penumbras de lo cotidiano, una efímera luz de lo eterno, de lo desconocido que en dado instante se marcha, trayendo consigo, un recuerdo más a la caja de pandora  que tanto define a este ser tan raro que tengo por mi, tan incomprensible como los fluidos de la mecánica, o aquellas sustancias tan jabonosas de la química, sustancias / fluidos que se deslizan en las caderas de este nuevo amor de verano que defino como lienzo:

Lienzo exquisito, divino
Enloqueces al poeta, al hombre
Siendo miel, algodón de azúcar
Excitas a galope la punta de mi lengua
Mudándola de un lado al otro
Quebrantando la mandíbula en pedazos extranjeros:
Rompecabezas tan reñido, conflictivo,
Destructivo otras partes del tiempo,
Batallando en discordia con la mente,
Con los recuerdos,
Con el pasado tan envejecido, añejo
Aquel que permanece hundido en represas secas
Que ya no sobrenada
Que ya no vuela,
Porque Tú:
¡Lienzo!
Mueves al fénix que nos envuelve
A lo menguante, a lo lleno, a lo soleado,
 Siendo aún, solo parte de una estrella…
Mutando el deseo
De rodearte, de quererte, de amarte
De ser anciana, madre y doncella,
Dibujando así, lentamente tu bocaza de marte
Mientras mi cuerpo te atrapa, te estruja,
Mientras se desliza en tus caderas
Jugando al cíclope a nuestra manera.

Sí, mis amores de verano terminan por cualquier tipo de motivos, pero al fin y al cabo, todos tienen algo en común: son estrellas fugaces, pero ninguna ha brillado tanto como lo haces tú:
 ¡Lienzo!

sábado, 25 de febrero de 2012

Tomad al novelero





Acepta bocaza de marte
ser romántico, incurable
patológico, anhelante
aventurero osado.

Acepta bocaza de marte
mi verdad onírica
que muta el hecho
en material creativo
recreándolo, ilustrándolo
entre realidad y fantasía.

Acepta bocaza de marte
acepta idearte,
por momentos, de a ratos
en la imaginación, presentes
mis ideales más honrados
mis deseos más latentes
mis calores más sensibles.


Acepta bocaza de marte
querer llegar con ansia
hasta el cielo de un grito
a tropiezos, obstinado
sin bien conocer el camino.


Acepta bocaza de marte
la negligencia del inepto
alterado por lo estático
de la mente y sus eventos


Acepta bocaza de marte
al fin, y al comienzo
re escribir tus palabras
fuente incalculable
de mi mundo novelero.


Acepta bocaza de marte
errar nuevamente,
en el constante afán,
búsqueda malograda
del irracional espejismo.

Acepta bocaza de marte
difuminar huellas inútiles
con tu marcador indeleble
y tú tinta llena de verdades.

Acepta bocaza de marte
creer firmemente que,
mis sueños vívidos,
Encuentran finalmente
a su verdad, soñada mía.

Acepta bocaza de marte
ser romántico, en esencia
concienzudo y valeroso
descuidado y confiado 
Y del amor, 
y del amor siempre enamorarte.