A Charles Pas-Sage.
El caos es
un niño bien de casa,
Educado en
casa con padres excelentes
– Aunque siempre se olvidan sus nombres-
El caos va
creciendo, germinando como semillas de girasoles
Hasta
alcanzar la belleza óptima,
El caos es
energía de protesta
Es efervescencia
de vuestros dioses
Es llamado
atendido, por eso es niño bien de casa
Es el poder
de vuestras mentes
Sí queréis fuego, caminaréis en
fuego
Basta huir de sí mismos para
arder,
Arder junto aquellos un 25.
La muerte
es nacimiento
La muerte
es esencia y el miedo a ella es sólo ausencia
Una
terrible ausencia del amor.
El caos es
hilo de laberinto
Es ángel
intergaláctico
Es Jaula
golondrina
Es bocaza
de Marte
Es Lienzo
El caos es
lo vespertino de la no vida
La explosión de vuestras almas
en tiempo estático
Ah, ahora
os descubrís humanos
Ahora veis
que son hermanos
¡Qué buen
niño de casa es el caos!
Es la
semblanza a lo desconocido
-no se
aprecia ni se reprocha-
Sólo está
allí… cambiando, moviendo todo de sitio
Como debe
ser,
como
debería ser,
como siempre deberá ser
Ah, ahora
os descubrís humanos
Os
descubrís semidioses en medio de la catástrofe
Vuestra
humanidad es pestilencia
Os vestís
de ella
La
lleváis, se les nota por encima de los hombros
Entenderéis
amigos míos,
Entenderéis
que el caos es un niño bien de casa
No os
culpéis a él, sólo vino porque fue llamado
Por
vosotros
Por mí.
El no
caos, es descubrirse a sí mismos
Es
reconocer que el miedo es ilusión
-Y nada
más-
Es sentir
los ríos por vuestros rostros
Y saber
que todo estará bien
Porque hay
quienes –como yo- prefieren nadar en los mares absolutos del ser
Allí está,
ser, ser… Que siempre sea ser y olvidados del no, olviden de una vez el no.
El caos es
niño creciendo
El caos es
adulto
Hoy es
adulto.
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