viernes, 12 de octubre de 2012

El caos.


A Charles  Pas-Sage.


El caos es un niño bien de casa,
Educado en casa con padres excelentes
 – Aunque siempre se olvidan sus nombres-
El caos va creciendo, germinando como semillas de girasoles
Hasta alcanzar la belleza óptima,
El caos es energía de protesta
Es efervescencia de vuestros dioses
Es llamado atendido, por eso es niño bien de casa
Es el poder de vuestras mentes
                Sí queréis fuego, caminaréis en fuego
                Basta huir de sí mismos para arder,
                Arder junto aquellos un 25.
La muerte es nacimiento
La muerte es esencia y el miedo a ella es sólo ausencia
Una terrible ausencia del amor.
El caos es hilo de laberinto
Es ángel intergaláctico
Es Jaula golondrina
Es bocaza de Marte
Es Lienzo
El caos es lo vespertino de la no vida
                La explosión de vuestras almas en tiempo estático
Ah, ahora os descubrís humanos
Ahora veis que son hermanos
¡Qué buen niño de casa es el caos!
Es la semblanza a lo desconocido
-no se aprecia ni se reprocha-
Sólo está allí… cambiando, moviendo todo de sitio
Como debe ser,
como debería ser,
 como siempre deberá ser
Ah, ahora os descubrís humanos
Os descubrís semidioses en medio de la catástrofe
Vuestra humanidad es pestilencia
Os vestís de ella
La lleváis, se les nota por encima de los hombros
Entenderéis amigos míos,
Entenderéis que el caos es un niño bien de casa
No os culpéis a él, sólo vino porque fue llamado
Por vosotros
                Por mí.

El no caos, es descubrirse a sí mismos
Es reconocer que el miedo es ilusión
-Y nada más-
Es sentir los ríos por vuestros rostros
Y saber que todo estará bien
Porque hay quienes –como yo- prefieren nadar en los mares absolutos del ser
Allí está, ser, ser… Que siempre sea ser y olvidados del no, olviden de una vez el no.
El caos es niño creciendo
El caos es adulto
Hoy es adulto.

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