viernes, 11 de abril de 2014

Carta a Daniela: Algunas veces tú te comes a Venus... otras veces Venus te come a ti.


De la serie "Deformaciones nocturnas del  11"

Querida Daniela,
amiga-alma. No quiero cambiar el contexto de la palabra, pero hay que estudiar a fondo qué tanta alma tenemos, o qué tanto vacío ocupa su lugar. El tiempo y sus juegos de monopolio están torturando a los corazones y las conciencias de los hombres. Está de más decir la rapidez con que se diluyen los días, en nuestros.... dedos.... ¿Acaso es palpable?

No quiero refutar tu sensación y emoción en éste momento. Lo que sí puedo decirte es que abraces ésa soledad hasta que desaparezcas. Pero que desaparezcas en realidad, vuélvete nada. Siente el vacío de tu pecho. ¿Ha estado lleno alguna vez amiga? Recuerdas.... cuando niña.... ¿cómo era tu pecho, alejado ahora de las serranías que te acompañan.... los cerros que te han convertido en mujer? Sí recuerdas.... ¿cómo lo sientes?

El v e g e t a r i a n i s m o me tiene gordo. Sabes que no soy nada vegetariano, sólo lo hago para depuración del organismo, es muy difícil lograr ser un vegetal cuando toda tu familia te mira como un pez tigre en el pie por buscar a Ser. Pero me he sentido muy bien, como nunca. Como pluma en esta brisa bendita. Los príncipes son hombres comunes que han logrado dominar sus espadas, que no esperaron ningún herrero para comenzar a forjar el hierro a presión con la energía incesante de sus corazones.

El sacrificio de los cristianos modernos-postmodernos, bah, seré más claro... el sacrificio de los cristianos después de la muerte del maestro Jesús el Cristo está tildado de literalidad que lo que hizo fue complicarnos la existencia. El sacrificio en el amor romántico no es por el otro, es por uno mismo, dentro, por una chispa celestial que tenemos, una estrella matutina que nace en nuestra cruz sobre la aurora -nuestro cuerpo, levanta ambos brazos y lo verás-. La madera solo hace alusión a la vida, a la evolución por encima del reino vegetal. Aunque las golondrinas sean psiquiátricas como tú, o como Ariana. No las hace menos bellas. Una golondrina encanta porque vuela. No se preocupa por nada más, sólo vuela. Así son ustedes mis queridas doncellas. Recupérense, si se perdieron en el camino. O reconózcanse frente al espejo silencioso de la voz que escala por encima de las voces monstruosas de la mente, he allí la ubicación del Dragón... de los dragones. Tantos demonios que nos susurran, hasta perder la esencia del hombre mismo.

El amor, amiga... por supuesto que existe, si es la energía que todo lo puede. Ahora lo comprendo. ¡Cuán ciego hemos estado todo este tiempo! La inocencia perdida. Podría darte la charla, imprimirte un tríptico de tres páginitas, agarrar las frutas excesivamente caras de una Venezuela que se cae a pedazos por ser una de los primeros monopolios en desvanecerse [como el tiempo... futura-mente] y aún así no me entenderías si no es tu momento de entender. Uno puede amar al otro, sí... y a sí mismo, también -esto me ha costado mucho-, amar a la familia, ni se diga, cuán difícil para los nacidos y criados en éstas tierras calientes, extrañamente nos hizo fríos. ¡Ironías de la existencia!

Uno también puede amar la humanidad, pero para ello uno tiene que convertirse así mismo en humano.  Y a las montañas, naturaleza máyica donde perdimos incesantemente nuestras virginidades. Y a la Mar también la podemos amar, recordándonos siempre las aguas de vida que circundan mediante los ciclos celestiales e influenciados por las esferas superiores. Ay amiga... el límite no existe. Es solo una ilusión. Una de tantas ilusiones que han creado los hombres... pobre especie destructora somos, y aún así infinitos mundos se nos han brindados, infinitas mujeres, infinitos hombres, infinitos árboles, mares, montañas, cielos... ¿o acaso han sido todos los mismos, despejados en el unísono del sonido celeste?

¡El sonido es el no límite!

Escucha el sonido detrás de éstas palabras. Escúchalo antes de que nos corone la primera luna de sangre.
KLIMT.... Klimt, klimt..... ¿Lo sientes? ¿Sientes el sonido detrás de su nombre? como una lluvia de estrellas de un hombre que sí logró dominar su espada... Ay amiga... amiga... Quiero llenarte la vida de flores.

Vestirte en ellas.

Y coronarte con lavanda, como la condenada de Ariana se coronó en mis sueños sin mí permiso.

Radiante y brillante, hasta romper las retinas de mármol que no querían ver.... y ahora tristemente lo hacen. Y a ti, a toda la existencia que existe en ti pido perdón en nombre de todos los hombres por haber roto sus inocencias, no sabíamos... no vimos el daño que causábamos al destruir vuestras inocencias.... ustedes son la vida y nosotros aún, la muerte. Perdona en mí a todos los hombres del mundo... Hoy me tragué a Venus en la aurora, en vuestros nombres.  


Nunca olvides que te quiero.

1 comentario:

Daniela Nazareth dijo...

Gracias por compartir el 11. Pensé que estaría ausente, del todo. Gracias. Te quiero.