miércoles, 6 de abril de 2011

Montaña rusa.


Adaptación y/o Apropiación de un fragmento de Once minutos, Paulo Coelho

Hoy pasé por delante de un parque de atracciones. Cómo no puedo gastar dinero a lo loco, pensé que era mejor observar a la gente, estuve mucho rato ante la montaña rusa; veía que la mayoría de las personas entraban allí en busca de emoción, pero cuando esta se ponía en marcha, se morían de miedo y pedían que parasen los vagones.

¿Qué es lo que quieren? Sí escogieron la aventura, ¡Deberían estar preparados para ir hasta el final!, ¿O creen que sería más inteligente no pasar por estos sube y baja, y montarse todo el tiempo en un tío-vico, girando en el mismo sitio?

Por el momento estoy demasiado solo cómo para pensar en el amor, pero necesito convencerme de que va a pasar, concluiré mis estudios, conseguiré un empleo y que estoy aquí porque he escogido este destino. LA MONTAÑA RUSA ES MI VIDA, la vida es un juego fuerte y alucinante, la vida es lanzarse en paracaídas, es arriesgarse, caer y volver a levantarse, es alpinismo, es querer subir a lo alto de uno mismo, y sentirse insatisfecho y angustiado cuando no se consigue.

No es fácil estar lejos de todo, no es fácil no poder expresar todas mis emociones y sentimientos, enjaularme como un delfín en cautiverio, cómo si al ave le hubieran cortado las alas dejándola tan indefensa cómo una coral sin colmillos y en consecuencia sin veneno, cómo si se tratase de un cazador cazado, solo pienso que a partir de hoy, cuando me deprima, recordaré aquel parque de atracciones. Sí me hubiese despertado de repente en una montaña rusa, ¿Qué sentiría?

Bien, la primera sensación es la de estar prisionero, sentir pavor en las curvas, querer vomitar y salir de allí corriendo. Sin embargo, sí confío en que los rieles son mi destino y en que Dios guía la máquina, esta pesadilla se transforma en excitación. Pasa a ser exactamente lo que es, una montaña rusa, un juego seguro y fiable, que va a llegar hasta el final, pero mientras dura el viaje, tengo que ver el paisaje alrededor, y gritar… Gritar siempre de excitación, porque como lo he dicho, esto es y seguirá siendo mi vida.

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