“Subjetivo”, una palabra sin significado alguno para mi, la ignorancia comenzó a jugar y sin mas no dejo de gritar, Mi talento he dejado atrás.. Lo he dejado de usar, el ser ignorante ya se ha vuelto natural, Ser bruto y obviar es algo que ya no se me da.
Aquí en los pasillos me desvanezco, esperando que el tiempo muera vuele y se estremezca, Las máscaras comienzan a chismosear y empiezan a mi nombre gritar, las muy putas diferentes y de muchos colores, emplumadas, lisas y corrugadas se burlan de mi rostro, sin maquillaje, desnudo y sin reproche, ese rostro que hoy tengo al descubierto, se burlan de mi bondad de estar con lo ajeno.
¿Por qué las putas se creen dueñas de mí? ¿Acaso mi rostro les dio tanto cariño y compañía, que de una manera extraña y lascivia se moldearon y a mi se adaptaron?
Aquí tengo una en mis manos, me sonríe con mucha peculiaridad, una sonrisa de monalisa, pálida, triste y con desidia, con una nariz perfecta que se moldea a la deforme de cualquiera, unos ojos caídos, muertos y muy fríos, sin duda ellos inspiran un gran vacío, una enorme profundidad, blanca transparente y decadente, algo interno de un mundo adyacente, un mundo que ha quedado al descubierto, logrando sentir a este joven poeta como un maestro perfecto.
Es que fue tanto el desnudo que me hiciste por completo, que ni una máscara ya me he puesto, quemaste cada una de ellas en el mundo externo, dejando al descubierto mi yo interno, Ahora veme aquí.. Con un maldito miedo.. De tener una entre mis dedos, de la necesidad de usarla, del poder usarla y el no querer hacerlo.
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