lunes, 31 de enero de 2011

Engaño de Caramelo.


El espejo me mintió, que insólito e incrédulo suena, pero si, fue un dulce engaño.
Devolvió una imagen que no me pertenece, una absurda imagen que ni a mis pensamientos le poseen, todos los días le ofrezco mi desnudez envuelta en el baño
Nunca me devolvió un reflejo distante, nunca me devolvió un reflejo extraño
Solo era yo, en mi tristeza o en mi alegría, pero solo era yo
Ahora todo es diferente, hoy vi que tu rostro aparecía bajo mi pelo de color castaño
Y al mirarme, observe tus ojos fijamente, mi piel mojada te sintió presente
Sin duda alguna, aunque no quiera aceptarlo.. Lo de hoy fue un dulce engaño.

Pero bien, si lo fue.. ¿Por qué hay rastros de ti en mi piel?
¿Acaso perdí la cordura ante una persona que me devolvió la fe?
La verdad no hay respuesta, hoy estoy en blanco
Y con ganas de que alguien pinte en mi lo que yo estoy dispuesto a pintar
Que se atrevan a utilizar otros matices, pues la cantidad de colores tienden al infinito
Píntame en sepia y de rojos ocres
Ó con cálidos blancos que se han vuelto ya mediocres
Sólo atrévete a pintarme, haz que el cristal muestre un reflejo en cohesión
Que me pida perdón por tratar de engañarme
Que remedie su error, y que con ardid me demuestre la realidad
Que me grite que nunca mintió y que justifique su atormentada razón.

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